Las señas de una vida comunitaria sostenida e impulsada en red : "¡Duerme boca arriba!"

Los conflictos son parte de las escuelas, sin ese signo propio del movimiento y la vida, no podríamos decir que habitamos una escuela. Parte del agotamiento que directivos y docentes señalan en el presente, como una carga de estrés e imposibilidad, tiene que ver con ese rasgo de lo conflictivo. Es un escenario del que no se puede huir. No hay escuela sin conflictos, sin tensiones, ni sin disenso. La necesidad de que esto desaparezca es un absurdo que no lleva más que a agravar la situación. La clave no está en las situaciones sino en la mirada sobre las situaciones y la forma en que nos damos el abordaje de estas.